Comenzamos nuestra ruta a la Chorrera Vallemínguez a las 8 de la mañana que con las temperaturas que estan cayendo salir más tarde es una locura. Partimos de Navezuelas por la calle que va a salir al Valle Viejas y a partir de ahí proseguimos nuestro camino por el valle Vallemínguez. Al final del carril hay un cruce que se divide entre el camino del valle de Viejas y el de Vallemínguez.
Y comenzamos a ascender metiendonos junto a una vereda muy estrecha que hay junto a una casita y un huerto de un lugareño, pasamos con mucho cuidado de no estropear nada de lo que el señor tiene plantado. Tambien encontramos los restos de un molino del que ya apenas queda nada solamente las los restos de alguna pared y la rueda que se puede apreciar abajo en el fondo. Es una pena que apenas queden molinos en condiciones para poder visitar por la zona.
Los paisajes que podemos ver desde aquí son inigualables y además inimaginables, antes de llegar uno no se puede creer que aquí hay lo que hay en este lugar tan escondido, apartado y casi inhospito, porque la verdad sea dicha de paso no es un lugar muy accesible y para quien no lo conoce no es fácil llegar si no sabes el camino porque esta todo lleno de monte, zarzas, etc. Si uno va solo a buscarlo lo mismo no consigue llegar y tiene que volver otro día con otra persona del pésimo accceso que tiene.
Hay gran cantidad de helechos, entre ellos algunos helechos reales. Tembién se pueden apreciar si uno se fija un poco algún que otro loro, incluso alguno bastante pequeño, es un arbol protegido que suele haber por la zona del valle de Viejas, por la zona de Castañar de Ibor y en muy contados sitios, en definitiva en los lugares donde nos lo encontremos podemos decir que es un lugar sin nada de contaminación. Vamos pasando entre tuneles de helechos hasta por fin llegr a nuestro destino.
Cuando llegamos a la Chorrera casi toda la gente va a refresccarse un poco con su agua que esta muy fresquita.
Una vez llegados a la Chorrera como la ruta parecía corta se completó con una subida al naciente del agua que va a la chorrera pasamos por una gran pedrera bastante buena, a esa altura y esa hora ya nos iba dando bastante bien el sol y para los no acostumbrados empezaban a agobiarse. Pero ya no quedaba nada y a partir de ahí era todo bajada hasta el huerto mencionado anteriormente y de ahí al pueblo y a casa a darse una buena ducha fresquita.
Estas fotos que les muestro aquí solamente son una mínima parte de lo que aquel día pudimos contemplar, quien quiera ver alguna foto más que se ponga en contacto conmigo.